México: Muérete de hambre

El 11 de agosto del 2014 se llevó a cabo en la ciudad de México el Foro Internacional "Salarios Mínimos, Empleo, Desigualdad y Crecimiento Económico" para tratar el asunto del salario mínimo en México.



Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (CEPAL) declaró que México cuenta con un salario mínimo poco competitivo, por lo que consideró necesario un aumento gradual.


Chile, Argentina, Brasil, Uruguay y Colombia poseen salarios mínimos más elevados que México, con un monto equivalente en dólares de $390, $435, $360, $411 y $326 respectivamente.


Mencionado lo anterior, quiero mencionar algo que acabo de leer sobre el resultado de una encuesta realizada a 13 académicos y economistas, de los cuales 11 manifestaron opiniones en contra de un aumento y sólo 2 apoyaron la idea, el director de Banxico se manifestó a favor del debate, con lo cual me siento complacido, Carsten demuestra su flexibilidad, a diferencia de los supuestos expertos.


Los argumentos en contra del aumento se centran en dos temas o problemáticas que se presentarían de llevarse a cabo dicho aumento: productividad e inflación. En el caso de la productividad los principales argumentos señalan la falacia que, sólo debe aumentarse el salario mínimo al ocurrir un aumento en dicha variable económica; en el caso del segundo concepto nos encontramos ante un problema económico latente en cada país del mundo.


Considero que los expertos, los cuales para variar sólo hablan y citan conceptos y teorías para aparentar saber algo, pero que a la hora de la verdad curiosamente nunca aciertan en sus "pronósticos", como la historia nos ha demostrado. Recordemos que la realidad e interacción social tiene tantas variables que, no es posible calcular todos los posibles desenlaces de una decisión tomada, siempre existe un sesgo o porcentaje de error base.


Sobre la inflación, debo decir que, dada la cantidad de dinero que los políticos y "expertos" se llevan a la bolsa, lo mínimo que podrían hacer es su trabajo para hacerle frente al posible aumento de esta variable económica de llevarse a cabo el aumento del salario mínimo; en el caso de la producción, en ese renglón los "expertos" están completa y absolutamente errados en sus cálculos, debido a que la apatía y poca productividad que existe en el país es debido al bajo e inhumano nivel de vida del mexicano, quien termina sobreviviendo en lugar de viviendo. El aumento de la productividad no debe ser antes, por el contrario el aumento del salario mínimo debe servir de aliciente para optimizar la productividad. En el caso del salario real, pues considero que, si se controlaran los ingresos políticos y el dinero tirado a la basura en los partidos políticos se destinaran a algo útil, otro gallo cantaría.


Si el gobierno de verdad hace su trabajo e impulsa la idea, en el caso de la IP (iniciativa privada) no existe realmente un daño para ellos, porque simplemente se les otorga beneficios fiscales sobre los aumentos en los costos totales que dicha implementación al salario mínimo acarrearía.


En síntesis, cuando algo se quiere, se encuentra la forma de hacerlo. El problema en México es que la clase política hace legal lo ilegal y vive a costa del ciudadano, llegando a un extremo tan patológico que, si históricamente se considera a los especuladores de Bolsa como parásitos, esta peculiar raza de seres los destrona por completo, siendo ahora la nueva clase o profesión que, sin aportar nada al país y por el contrario, corroer desde dentro, se alimenta a costa de su ciudadanía.


El problema del país es que, desde hace muchos años se vive a costa del ciudadano promedio, las medidas de control a la inflación se han hecho a costa de éste y los políticos ven su nivel de vida sin problemas, manteniéndose descaradamente.


En resumen, las excusas dadas por los líderes nacionales para evadir su responsabilidad de brindar al ciudadano un estilo de vida, ya no digamos digno, sino humano, es triste y honestamente hemos llegado a lo más bajo en este chiste de país.


Ojalá México se de cuenta lo mucho que tiene por ofrecer al mundo y que, algún día salga de su estancamiento para surgir como un país de primer mundo, dado que tiene lo necesario para serlo.